jueves, junio 16

Indefensión

Esta es las sensación que me viene cercando desde que me asomo a este cruce violento y campal de escritores (en papel y en medios electrónicos)como una desordenada efervescencia. Indefensión, porque uno que hace rato declinó de sus ideas románticas de la práctica literaria, y con una novela bajo el brazo aún sin publicar, se asoma a la tormenta y calcula las probabilidades de supervivencia en un medio tan hostil. Por supuesto, que esta misma postura de "no me peguen, soy don nadie", aumenta las posibilidades de recibir un buen tortazo sin poder siquiera traspasar el umbral.
Haciendo referencia al post de Nielsen, intuyo que el punto G del problema, es que ya no hay "calentura". No hay editor, mecenas, grupo amigo, círculo de lectores, que se caliente por uno (y que influya en el medio, de modo tal que contagie esa "calentura") Así como Carlos Fuentes se "calentó" con Donoso, como Max Brod con Kafka (y contagió esa calentura), como Paco Porrúa se calentó con 100 años de Soledad cuando Gabo era "nadie", como Victoria Ocampo se calentó con tantos (algunos excelentes, y otros buenos). La literatura, ahora más que nunca, se ve presa de las leyes del mercado y cabecea indefensa en este medio. La "calentura" no tiene medida, salta los obstáculos, da pérdida, implica riesgos, establece un pacto pasional entre el escrito (no el escritor) y el lector. Cuando Saer escribió que estaba "caliente" con Di Benedetto, sentí ese calor y pude descubrir un escritor extraordinario (conseguí sus libros, los fui a buscar). Lo más dificil es discenir un contagio desinteresado, ya lo sé. Pero la comunicación entre lectores, no es crítica, no es lógica, no es objetiva; es eléctrica, se manifiesta a las patadas, a los codazos. Obviamente, el gran problema es tener una obra que "caliente". ¿Cómo se hace eso?, piensa seguramente el editor. Lo importante es que haya calentones, gente monomaníaca que esté dispuesta a seguir su impulso amoroso, seguir la linea ardiente de su lectura. Pero la actitud empresarial, como consta en los manuales correspondientes, necesita de mentes frías que evaluen coeficientes de rendimiento óptimos.
Hay mucho por desbrozar en estas reflexiones: el fenómeno es complejo y dinámico. Tal vez debería sumar mi pequeña experiencia con un círculo de lectores y mi novela. Pero hay algo cierto, si uno queda paralizado ante las dimensiones de la tormenta, pierde la capacidad de narrar. Y lo paradójico, es que hay "incontables" personas afuera que están dispuestas a leernos (a leernos; no dije a "comprar" nuestra mercancia. Y aunque "incontables", como para Asterión, sólo sean 14.)
Hay para todos, y todos para uno.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos, vamos, que no es tan terrible. Aparte, todos sabemos que el sustito y la diferencia entre lo malo y la bueno se define cuando apretamos play y abrimos el libro.

Miguel P. Soler dijo...

De acuerdo; no es para tanto. Pero lo mío es una percepción: hay cierta frigidez en el ámbito de la literatura (en contraposición con la música, por ejemplo) Pero bueno, supongo que tendremos que rebobinar nuestros libros, y que estén disponibles (de cualquier manera: under o en primera)a un lector menos indolente (que es el que verdaderamente importa)

Anónimo dijo...

Hola, Hernán. Vi por ahí que pedías los libros de Palahniuk. Bueno, son inconseguibles. En Guadalquivir, la librería de Callao y a metros de Santa Fe, por "Diario" me pidieron 95 pesos. Y era lo único que tenían. Los derechos los tiene mondadori españa y no los larga. Una lástima. Estoy pensando comprar "El club de la pelea" por Amazon y hacer uan copia pirata. Saludos, Juan.

Miguel P. Soler dijo...

Gracias, Juan. Lo más raro, es que me había parecido ver "El Club de la Pelea" en pocket en las librerías, cuando no me había interesado por Palahniuk. Y con respecto al precio de los libros españoles, que decir . . . Recuerdo que la Sarlo decía (en la Facu, obviamente) que había que robarlos. Y eso fue en la época de Carlitos . . .maginate ahora.
Un abrazo.-

HA

Anónimo dijo...

¿Con la tapa del afiche de la película? Sabés que a mí también me pareció verlo. Capaz que nos confundimos con el video, ¿no? Mal por Mondadori que lo tiene cautivo, porque parece que lo que escribe es divertidisimo.

Miguel P. Soler dijo...

¡Así es cómo lo recuerdo! A veces lo busco en la mesa de pockets. A mí, me gustó mucho la película: cuando la vi pensé que era dinámicamente literaria. Leí "Guts", que está en la red, y es impactante: estilo sereno, una escalada de anécdotas eslabonadas, un in crescendo hasta el sórdido final. Demasiado fuerte para mí; pero muy interesante (especialmente, en las reacciones que logra con los oyentes).
Permitime decirte, que en una apreciación, tal vez un poco apresurada, veo cierta afinidad con tus ficciones, Juan, en su lado sórdido o bizarro y cómo funciona "imantando" la mirada del lector. Pero, obviamente, es una apreciación apresurada: técnicas y mundos distintos. Pero bueno, hay que seguir explorando en los márgenes de nuestras ficciones, ¿no?

Anónimo dijo...

Por supuesto. Y no lo digas con tanto recato, porque tomo la comparación como un elogio.