martes, mayo 23

Blanchot vs Steiner: pompas y venenos

1.
Maurice Blanchot: un texto, a medida que se crea, que surge de esa nada angustiosa que la nutre por principio, pliega un lector. Por ello, los diarios íntimos (yo escribo para mí), no terminan por ser tales. Pliegan un lector, una figura vaporosa (¿un doble?), pero aferrada a la existencia de las líneas, así como el exterior se aferra al interior sobre la piel (en medio, en el límite: un abismo infinitesimal.)

George Steiner: "¿Qué medida del hombre propone esta obra?", se pregunta el crítico. Aquí el lector se ve arrastrado a una figura que se le propone: qué imagen le devuelve el espejo que de alguna manera altere y transforme su propia noción de cultura humana. Si bien ambos hablan de cierta inocencia o cierta levedad en el acto de la lectura, Steiner parece decir que todo contacto con la piel de una obra es venenoso para quien no tiene la sensibilidad necesaria a fin de acariciarla sin peligro. Por ello, la crítica, en su carácter vicario y guardián, "amplía y complica el mapa de la sensibilidad" en la literatura.

2.
A partir de las palabras de Blanchot en "El Espacio Literario", busco una imagen que remita a esa contigüidad quebrada que hace a la comunicación de una obra: imagino al autor produciendo una burbuja de jabón. Se forma en torno de su exhalación, en su interior viaja "el alma" (el suspiro de los griegos.) Pero en la tensión de la pompa, se pliega la obra; por cuanto el lector sólo admira esta forma y se curva en su superficie (Deleuze.) Al momento de pinchar esa ilusión con su intrusión, no es más que nada, un aire vaciado. El autor se va borrando (va muriendo con su aliento), a medida que su obra se escribe en el génesis; la obra se cierra sobre sí misma como un erizo.

Para Steiner, la lectura es una transgresión, en el sentido de que ese hálito transgrede el umbral de su propia enunciación (ya no es el Sí libre de la lectura en superficie), posee con "contundente señorío sobre nuestra imaginación y nuestros sueños más secretos."

3.
Blanchot: "Pero el libro que se origina en el arte no tiene garantías en el mundo, y cuando es leído aun no ha sido leído nunca, sólo alcanza su presencia de obra en el espacio abierto por esa lectura única que cada vez es la primera, que cada vez es la única." La lectura es entonces sólo una copia vaporosa, un fantasma delicado de esa prima afirmación.

4.
Steiner: "Los hombres que queman libros saben lo que hacen. El artista es la fuerza incontrolable: ningún ojo occidental, después de Van Gogh, puede mirar un ciprés sin advertir en él el comienzo de la llamarada." La lectura transfigura como una lente impuesta en lo oscuro de nuestra óptica impresionada, lo que se vea o se lea después. Pero más sutil: según quién detente esa lectura, no ya quién imponga una lectura (sea el autor en su intención manifiesta, ya sea una institución), sino más bien quién la posea (ej.: los nazis apropiándose en la escucha de Mozart.) Como si la obra se contaminase según quién se pliegue y frecuente su superficie (todas las copias, por extraña capilaridad, se ennegrecen en mis manos.)

6 comentarios:

Portnoy dijo...

Pienso que la realidad tiene infinitos matices que aún desconocemos. Para intuir la llamarada en el ciprés hay que pasar previamente por Van Gogh, pero antes puede ser la punta de una lanza que atraviesa el mundo, Longino ensartando planetas.
Son las referencias, los conocimientos previos los que nos dan en un momento preciso una visión de la realidad, pero teniendo en cuenta que adquiridos en otro orden podría darnos otra visión distinta.
Y sí, los autores no existen, estan diluidos en nuestra subjetividad.

En fin, quería agradecerte el enlace y temas tan interesantes como esta comparativa-complementaria entre Blanchot y Steiner.
Un saludo

Miguel P. Soler dijo...

Portnoy:

Gracias a vos por tus comentarios, y pasá cuando quieras por acá.

Saludos.-

Anónimo dijo...

Qué interesante esta comparativa, en especial Blanchot es un autor al que admiro mucho.

Creo que en ese espacio literario del que habla MB, a través de la escritura, es posible acceder a las disposiciones entrañables y silenciosas de la creación en su intensa capacidad para hacer hablar al silencio y en su búsqueda del absoluto proporcionarnos un auténtico goce estético. Dice García Ponce algo que me recuerda mucho a Blanchot: "En la escritura la palabra encuentra su voz convertida en un murmullo interminable, que no se dirige a ningún lado y se recoge una y otra vez sobre sí misma, volviendo siempre a empezar..."

Saludos para ti

Magda

Miguel P. Soler dijo...

Un saludo para tí tambien, Magda. Realmente Blanchot tiene algunas cosas que te mueven los esquemas, apuntando a un más allá del texto produciéndote deliciosos escalofríos.
Jacme, me ponés en un aprieto. Mi francés es limitado, y hasta el primer párrafo te entiendo. Perdón por mi ignorancia, ¿qué es occitania y el occitan?
Si hay algún interprete entre mis pocos lectores que me de una mano, please.

Muchas gracias.-

AL-JAZERRA dijo...

felicitaciones por el blog, y por "blanchot v.steiner", creo que el artista de nuestro medio que mejor entendio a blanchot(desde lo visual), y sus espacios poeticos es alberto elias, a veces me cuestiono el grado de lo conceptual sobre lo artesanal artistico en la misma,se me hace demasiado perfecta, pero es otro tema, alejandro

Miguel P. Soler dijo...

Muchas gracias, al-jazerra.

Impacta visualmente tu blog.

Saludos.-