martes, octubre 11

Sobrevidas (comments recobrados I)

1.

¡Qué siniestro es ver como se apilan los libros para una mudanza, y sentir que no van a caber en ninguna biblioteca sensata y discreta, o qué no nos alcanza la vida ni el interés para releerlos por lo menos todos una vez más!

Me paso hace poco: mudaba mis libros a una nueva biblioteca, convergiendo a un mismo espacio de serenos conflictos con los metros cúbicos. Y al verlos apilados, pensaba que me sobrevivirían, y se separarían y se volverían a juntar, sin mí intermediación selectiva. Y toda esa tentación de un bombero bradburiano me colmó, y me imaginaba entregando el monstruo al fuego. Un pecado de criatura más efímera.


2.

No dudo, que el sistema epistolar y manuscrito sobrevive en las cartas amorosas, en detrimento de la fría e inquietante limpieza del e-mail. Ya que cuando uno recibe una carta que manos femeninas han encerrado en un delicado sobre violáceo (como los que gustan usar y tener escondidos en agendas con llaves diminutas), enviados a través de un sistema postal personalizado; y comienza a establecerse un ida y vuelta ingenuo y paralelo a los roces y los encuentros físicos, uno se da cuenta que el género epistolar de puño y letra sobrevivirá de algún modo. En la letra manuscrita, no deja de estar nuestra huella (manteniendo tranquilos a los grafólogos, los escribanos y los falsificadores), y eso, aunque también las palabras, es lo que queremos percibir al leer. Su perfume visual, su esencia hologramática, la caricia del pulso sobre el papel.

15 comentarios:

Jorge_Mayer dijo...

No dudo de lo bueno que sean los comentarios, pero al menos permitite una reescritura, qué es eso de andar copypasteando lo que dijiste antes! Ladrón de vos mismo! Del comentario de Kaputt ya pasó el tiempo prudencial como para que estés arrepentido (allí reside la plusvalía de la escritura, en la posibilidad de sentir en las manos las esquirlas del vidrio que ha roto nuestro piedrazo). En fin, como sea, saludos atentos por allá.

Miguel P. Soler dijo...

Bueno, logré lo que quería: una contestación de autor. Veía mi comment allí, sordo y con la ñata contra el vidrio, así que me lo traje a sobrevivir un tiempito más aquí. Ahora, si Bucay (o su ghost o su reghostico intermediario), puede copipastear a otro, yo puedo hacerlo de mí mismo (¿una forma de clonación trasladada?) En realidad, lo interesante era juntar dos comments que hice en ámbitos distintos, y que me parecía se potenciaban entre sí en un mismo post. Libertades que uno se permite en el Blog, ¿no?
Un saludo, y ya sabés que me gustó ese post del cual procede.

Jorge_Mayer dijo...

Da para largo el asunto de comments sí, comments no.
Los blogs son ventanas. Me dijo un ingeniero que hay (yo nunca las he visto) unas de vidrio solo y marco, que no se abren nunca. Un blog sin comentarios me parece eso. Una ventana trunca.
Está buenísimo, más allá del narciso del autor, que lo que alguien escribe al pie sume, como fue tu caso, como suele ser cada vez que intervenís. Más allá del golpe al ego, eso es lo mejor que le puede pasar a un post. Pero si te tomás el laburo de leer vas a ver que abundan los "me gustó", que por ahí son atinados, pero yo qué sé, ni fu ni fa. Eso por no decir las meras salutaciones, las intimaciones a cumplir promesas, los reclamos de atención y demás.
Hay pocas críticas que puedan considerarse atinadas y es una pena. En general cuando a alguien no le gusta algo se queda en el molde o te putea (en el portacomentarios, en su blog o incluso en uno ajeno). Si hay otra lectura, el lector se la está guardando, lo que viene a contrapelo del autor que, sin pedir nada a cambio, viene pelando.
A mí a esta altura ya no me gusta comentar. No me considero buen lector. No me siento capaz de construir más que sobre mis propios cimientos -y a duras penas-.
Suelo hacerlo en los blogs de los que recién empiezan (y me gustan)para que no se les apague el entusiasmo. A ellos más que a nadie les duele el 0 comments.
Suelo también dejar saludos. O ejercer el juego descentrando el texto propuesto para llevarlo a donde el diablo perdió el poncho. Por mera diversión y con el permiso del dueño de casa.
En otra época respondía a todos los comentarios. Explicaba lo inexplicable, saludaba lo insaludable, cumplía con lo que no podía siquiera prometer. Ahora me administro. Peleo de vez en cuando. Me esmero en ser cortés con los que son muy corteses, pero nada más. Siento que lo que tenía que decir ya lo eché todo ahí. Me fastidia saber mis textos incompletos. Sé que lo son. Pero la completitud la busco en privado. Por aquello de recuperar la nocturnidad que el blog nos quita.
Son formas y formas. Por lo pronto puedo decirte que mucha bola no me des: llevar un par de años en esto te envejece mucho.
Abrazo.

Miguel P. Soler dijo...

Por supuesto que aprecio los comments meditados, y también los que no, los que son pura ansias de expresión en el márgen. Y también, que uno no debe tener exigencias, nada más que las internas. Eso está claro, y no me molesta que no contesten a mi intervención (sea post o comment) Pero uno no deja de pensar "¿gusto? ¿no gusto? ¿no le interesa el tema?" Es inevitable, ya que lo mejor que tiene esto, es la comunicación. Si no, para eso, uno se hace un sitio personal y "edita" lo que quiere que se lea. Creo que uno tiene que seguir "jugando" estrategicamente para hacer reaccionar al lector, pero con pensamiento, con reflexión. Tal vez sea ingenua mi post-ura, pero bueno, hay que experimentar ¿no?
A veces parece que uno necesita del lector más de lo que él nos necesita. Como diría Massei, esa es una situación muy ingrata. . .

Saludos a la añorada Patagonia (¡sí, soy uno de esos porteños que la van erosionando cada verano, que le vamos a hacer!)

Jorge_Mayer dijo...

No sé, quizá forme parte del acervo que me hice durante este tiempo. Me refiero a manejar el conflicto entre el gustar y no gustar. Si uno prefiere gustar, el camino más sencillo es el de la impostura. Basta adoptar un modelito de éxito y ya está.
Pienso en algunos blogs que visitaba en mi primera época. 30 comentarios cada entrada, divertísimos, pero lo veía como una extensión de lo que yo ya había visto en mis tiempos de chatero. Está el que la manya, el figuretti, el saludador y ese blog es sólo un punto de encuentro.
Y hay blogs buenísimos en los que nadie dice nada. Aún sin proponérselo, el autor queda en un púlpito tal que nadie se atreve a tirarle una flor o un naranjazo.
También en cierto punto los comentaristas me aterran. Muchos toman la cercanía del autor como un permiso para conducirle la mano. Entonces se ofuscan si se aparta de esa idea que ellos se han formado (lo sufro en carne propia). Prefieren fabricarse una comedia blanca con enredos bufonescos. Y está bien, supongo, hay lugar para todos, pero a mí no me simpatiza prenderme en esa.
¿Por qué? Quizá por lo que dice Daniel, porque el blog acaba siendo un laboratorio, una factoría de primeras versiones que nos cuesta baratísimo, donde acaso puedas conseguir lectores más agudos que los que tengas entre tu grupo de amigos.
Y lo otro. Si mirás un poco, la mayoría de la gente pasa mirando adelante y ni se da cuenta de que nosotros conversamos, y si se percata, no les importa. Entonces un comentario más o menos, no cambia nada. Pero por ahí nos ponemos contentos de que por ahí uno pare la oreja.
Y eso es lo bueno, ayuda a seguir escribiendo.

La patagonia no es lo que dicen. Apenas es una fábula que aunque sea de rebote a varios nos da de comer.

Anónimo dijo...

bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla bla
ESPERO QUE ESCRIBAN MEJOR DE LO QUE COMENTAN.
Que un laboratorio, que no me interesan los coment.
Y si empiezan por bancarse la exposicion. Y dejan estos comentarios elipticos y de borrachos de bar.

Jorge_Mayer dijo...

¿Ves? jajaja!

Miguel P. Soler dijo...

Jorge, no me engañas: Miss Kittin sos vos, ¿o estoy borracho?

Tudu ben, tudu azul, tudu joia :)

Jorge_Mayer dijo...

Me gusta la música electrónica (ya estoy viejo), un poco menos los seudónimos y no sé nada de la tal miss. Hic!

Anónimo dijo...

Parece que una mujer entre ustedes esta de más no?
Disculpas por entrar en un lugar intimo.
besos.

Jorge_Mayer dijo...

El señor es casado, pero yo estoy disponible. Si querés, pasamos al reservado.

Miguel P. Soler dijo...

Nadie está de más en la red, ¿caroline? Y si hay lugares íntimos, este no es uno de ellos. Contame una historia, algo que tenga que ver con mi post, con la sobrevida (puede ser otra cosa, otro tema, otra visión.) Sorprendeme, despabilá a estos hombres embriagados.

Carroll's dijo...

Interrumpo esta conversación, discúlpenme muchachos, discúlpeme miss kittin; pero creo que no se está pensando en el comment como una mera opinión sino como un juicio de valor. Por un lado pienso: si no hay público,no hay teatro; sino hay comments, hay blog? El comment puede ampliar, quizás aportar más datos o nuevas reflexiones. Eso está bueno, a veces le sirve a uno para volver a su propia escritura. Pero como todo, aparecerán también cosas que no sirven o uno mismo no tenga ganas de escuchar. Depende el tiempo de uno, entonces, el comment es eso: un espacio a pie de página: una acotación brillante, algo o la nada. Ahora, también puede pasar lo que sucede en este post: semejantes palabras para que sólo hablemos del comment? Y las cartas? y la escritura manuscrita que dibuja en tres páginas diferentes las mismas palabras para que se entienda la letra. Pensar el color de la hoja y del sobre; hacer que disimuladamente, como casi sin darnos cuenta, aparezca nuestro olor en la tinta. Yo leí la carta que Wilde le escribe a su amante desde la cárcel, que hermosa carta ¿con qué derecho la leí? Ah cierto, la literatura permite leer las cartas personales y hablar de géneros.

Miguel P. Soler dijo...

Carol, el comment es interrupción o irrupción, y está bien. No sé si es juicio de valor; yo al menos los valoro. Ya ves cómo salimos del tema base del post, pero que a la vez remitía a un post de Jorge.
Me gusta que el post no necesariamente exija el comment para sí mismo, sino que sirva como disparador para otras cosas.
Con respecto a las cartas manuscritas, qué no decir: pienso en "Los Papeles de Aspern" de Henry James. La cuestión es interceptar los originales, con el derecho del rastreador de huellas y auras, nada más. Las cartas de Wilde deben ser bellas, no las leí. ¡Pero que tanto mejor debe ser leer las originales, ver su pulso, la tinta que el tiempo esfuma! Y por supuesto, sentir culpa por esa irrupción en la comunicación silenciada entre dos ausentes del mundo.
Miss Kittin, tal vez no sabía que irrumpía en un lugar donde se emborrachan facilmente de palabras y literatura; pero siempre podrá intervenir de la manera que quiera, y eso también esta bien para mí.

Anónimo dijo...

Lastima que justo Hernan este casado?."Emborracharnos facilmente de palabras y literatura"
Te quiero hernan ¡¡¡¡.

Creo en los coment como creo en todo lo que se pueda escribir y pueda transimitir una mirada nueva y diferente.
Si Oscar Wilde viviera tendria un blog y sería un comentarista exelente. Como negar la modernidad a un moderno?.
( ademas viviría conectado chateando tratando levantar tipos).
besos.