lunes, octubre 24

Vencimientos / El miedo a los fiscales

1.

Leo la colaboración de M. Tomas en Kaputt: Libros con Vencimiento. Un post trasladado, mayormente.
Vuelve a surgir el tema de escribir para los contemporáneos y dar fiel retrato de una época, mezclado con nuestros cambios climáticos como lectores. Puede que haya libros con fechas de vencimiento, pero más bien pensaría en lectores con fechas de vencimiento. Sutil y necesaria distinción. A veces uno vuelve a libros que creía haber clausurado, o que determinada corriente crítica había apartado de nuestro camino con cierto dejo despectivo o revisionista.
Tambien, creo, hay que considerar que gran parte de la fuerza de permanencia de ciertos libros, independientemente de dar fiel reflejo de una época, está en que fueron escritos para el futuro. Es decir, vectorizados con la información genética del pasado, pivoteando en el presente, para lectores futuros. Aquellos que hayan vencido prejuicios electivos, los más detallistas, los que vuelvan y desplieguen, los que deformen con propia huella, el reino utópico de uno mismo.

Pensado desde el punto de vista del lector con capas de vencimiento variable, no es díficil entender porqué leer Asís hoy, y no a Gombrowicz. Eso explica de alguna manera (y sin querer ofender a nadie), el que a veces, al volver cansado a casa con ganas de alisarme el pensamiento, me ponga a ver Tinelli u "Hombres de Honor" a la hora de la cena. Esto no sólo evidencia que no tenga cable, sino que expresa la tendencia de una época: la necesidad acuciante y cada vez más perentoria de alisarnos el pensamiento, de buscar un refugio lejos de las complejas y simples preocupaciones de los días, en la Argentina, en el Hoy (recuerdo que una compañera de laburo decía: "lo miro para no pensar".)

Pero bueno, hay épocas para la concentración y épocas para la dispersión. Lástima que cada tanto, medren los repositores, imprimiendo fechas de vencimiento u ordenando góndolas a fin de hacer más visibles ciertos productos por sobre los otros ("acá, señor, a su izquierda los más sabrosos y elaborados; acá, señora, a la derecha los más light".)


2.

Hoy, particularmente, estoy muy cansado porque ayer trabajé como autoridad de la mesa 5576, así que sepan disculpar si sueno un poco exigente o poco delicado. Ayer fue divertido, dentro de todo, y también fue agotador. Veo que los post temáticos acerca de las Elecciones, se multiplican, divergen o convergen con experiencias y anécdotas ad hoc, símiles y divertidas. Lo que me sorprendió, luego de haber hecho el Curso Instructivo en el CGP el Jueves pasado, y de la encerrona de las chicas de la mesa femenina a la hora del escrutinio ayer, fue el Miedo a los Fiscales. Pensaba escribir un post cuasikafkiano de estos personajes, que como cuervos intrigantes, a la vez que se picotean entre sí, se juntan como un abanico oscuro y compacto sobre el pobre entendimiento del presidente y del suplente. Fue extraño ver que la mayoría de las consultas de los que iban a ser autoridades de mesa por primera vez, era más bien sobre qué hacer con los fiscales que qué hacer con la gente que viniera a votar. Luego la etapa del escrutinio fue especialmente agotadora.

En definitiva, entré a las 7:05 y salí a las 21:00. Un montón de energía quedó en la urna. Como esos generadores eléctricos que no sabemos a dónde conducen y qué abastecen: tal vez una perqueña bombita de azulado y neónico respirar, o las inmensas aspas de una noria herrumbándose.

6 comentarios:

Jorge_Mayer dijo...

Se me ocurre Aira como un autor con fecha de vencimiento. Sus libros bajas calorías son rápidamente procesados por el cuerpo del lector y, necesariamente, despuestos. Pienso en el lector singular y también, a mayor plazo, en la sociedad lectora.

Pienso en el lector de Cortazar como lector con fecha de vencimiento. ¿No es lastimoso ver cómo el disfrute de Rayuela nos abandona cuando dejamos de ser jòvenes?

Miguel P. Soler dijo...

Más que lastimoso, Jorge, diría que es natural. Cortazar es un gran cuentista, en detrimento de sus novelas experimentales. Sin embargo, "62 Modelo para armar", es un gran artefacto de deslizamientos y claroscuros, al cual cada tanto vuelvo con placer. Rayuela es un hito (como los que separan Chile de la Argentina: esas torres de metal), un rayón en la capacidad reactiva del lector; es evidente, que al dejarlo atrás, deje de tener la misma belleza turística que las zonas que interseca. Pero de igual manera, se podría pensar de muchas "grandes obras" que nos miran desde sus picos nevados.
¡Pero "El Perseguidor", qué maravilla, que sutil equilibrio entre lo desmedido y la revelación, la perfecta forma entre la novela y el cuento: excelente nouvelle!

Qué decir de Aira, además de que me lo hicieron leer en la Facu. Me parece interesante como caso de escritor dinamitero y serial,más que su propia obra, de la que leí algunos de sus títulos principales. Para mí: lector crítico, Aira escribe lo que llamo "Comic en Prosa". Y está bien, pero de ahí a ocupar un centro descentrado en la Literatura Argentina (?!), bueno . . .
Después de leer a Pynchon, te das cuenta que Aira dibuja cuadritos divertidos para los chistes de Clarín (¿se me fue un poco la mano, che?)

Saludos

Tino Hargén dijo...

A ver haber, me meto, me meto, advieerto que soy hiperheterodoxo en materia de ficción..

Aira? Intenté leer 3 o 4 libros del tipo, ninguno pude pasar las 15 páginas iniciales. No es para mi, no me creo lo que narra, como realismo es inverosimil y como magia se le ven los todos hilos ..........

Rayuela? Joya!!!!!!!!! Leerlo fue como vivir en pedo durante los días que duró esa lectura, palabra mayor mi tocayo...

abrazos

Jorge_Mayer dijo...

Después de leer a Copi uno se da cuenta -al menos en mi modesta opinión de lector no culto- que Aira es un fraude. Un poquito de Puig, otro poquito de Lambor, exprimiendo las formas de Copi.

Es una pena que no lea a mis contemporáneos más que en los weblogs. Ojalá haya otra cosa.

Sí, Julio en lo suyo ha sido grande, pero como dijo alguien lo mejor sería leerlo de adelante para atrás. Como suelo decir yo que hay que hacer cuando se me apilan los diarios que leer. Hacer una mentirita piadosa pa seguir tirando un rato más.

Miguel P. Soler dijo...

Bueno, entonces tres alcoyana-alcoyana-alcoyana: Aira no pasa el jurado de preselección.
Lo único que lamento, es que no nos incluirá en su Diccionario de Escritores Latinoamericanos II.

Saludos.-

Jorge_Mayer dijo...

Ugh!
En algo me parezco a Piglia. Voy a cortarme las venas con papel higiénico.