Ayer, sábado por la mañana, escribí un post para Kapput dominical, luego de haber recibido su amable invitación.El centro de gravedad del texto, además de la pregunta heráldica que lo dispara, es un sueño extraño y muy preciso que tuve hace mucho tiempo. Mi post, comienza así:
A medida que se acerca el fin de año, tendemos a hacernos ciertos replanteos: inquietudes que como sueños persistentes, asumen la forma simple y antigua de una pregunta. Y esta pregunta la he visto surgir en varios lugares y tiempos de la red, fantasmática y siempre apartada como una molestia visual y nocturna. “¿Para qué escribir?”
Una de esas tantas preguntas antiguas, un arcano, como esos bellos escudos heráldicos que aúnan en una familia maldita: los nombres de Benjamin, Barthes, Blanchot (triple B perspectivada), los péndulos de Foucault, los escapismos de Rimbaud, los lectores negados de Massei. Y por supuesto, nuestros nombres anónimos también: el de los acicateados por las palabras y las imágenes mentales. Para el lector, será sólo el dulce bamboleo del medio de transporte meciéndose en su libro, o la serena lectura bajo la sombra de aquel árbol. Pero para quien escribe, hay un salto de Zenón entre palabra y palabra.
Y continúa en el polifónico Kapput.it, haciendo un click en: Escribir en el sueño (y otras inestabilidades)
5 comentarios:
Mi estimado Hernán Miguel Acteón Soler, si no te invitaban a escribir en Kaputt yo lo iba a pedir pronto a los gritos, aunque Massei no se me escuchara ;-) !! Un post muy esperado de mi parte, me voy a leerlo y cualquier cosa irá algún comment allí..
Un abrazo
Agradezco tu apoyo sindical, Julio Tino, y espero haber estado a la altura de los colaboradores dominicales de Kapput. Me salió un poco largo, pero espero que les resulte interesante y disparador.
Un abrazo.-
Muy bueno, Hernán. Abrazo.
Acteón, qué bien que empieza tu post... corro a leerlo en kaputt.
Mori, por supuesto me gustaría que me digas que pensás después de leerlo (sin obligación, por supuesto) =)
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