viernes, abril 14

El Evangelio según Barrabás

Para Kaputt

Estas notas, son aproximaciones cautelosas, casi fragmentarias en torno a este viernes santo, tal vez porque la doble advertencia de abstenerme del consumo de carne, presidencial y materna, me conduce inmediatamente a la reflexión y a la introspección (como un cerrojo con dos vueltas de llave.)

Asimismo al respecto, este año es complejo: se ha exhumado y descifrado un texto que llaman “El Evangelio según Judas”, descubrimiento que el Nacional Geographics (“naa-chiio”, para quién lo ve por tv-cable), despliega de hipótesis y vacilaciones, como si estos restos de letras folisilizadas, pudiesen agruparse en un puzzle paisajístico de piezas contadas. El documental orquesta testimonios y opiniones: repliegue de los ortodoxos, avance de los místicos y los new age. El texto parece ser de los primeros años del cristianismo, aunque posterior a los cuatro Evangelios oficiales, es decir, los de Mateos, Marcos, Lucas y Juan, y no creo que sorprenda a los que leyeron a Jorge Luis Borges, y a De Quincey (su precursor), puesto que este evangelio vendría a revindicar el papel de Judas en el plan divino. Así como a veces la ciencia ficción anticipa los productos y los hechos del futuro, las “Tres Versiones de Judas” de Borges, han anticipado la aparición de estas hojas que viajaron a través de casi dos milenios. Sin embargo, el evangelio de Judas, calla cuando éste muere. No hay resurrección de Cristo en él, no están las lágrimas de Magdalena, ni el santo sudario, ni la incredulidad de Tomás, ni la triple negación de Pedro. Esto limita el alcance de dicho descubrimiento. La muerte de Jesús es como un punto de inflexión en la historia de los testimonios y las interpretaciones de las escrituras, además de haberse transformado en el punto cero del cronotopo de nuestro calendario cultural. Sin ir más lejos, las PC laten con sus relojitos cronometrados en ese punto de inflexión. Y si bien podemos hablar de convencionalismos, de la cultura occidental, de siglos de dominación del cristianismo en sus múltiples versiones y estrategias de captación, no deja de ser menos que curioso, que cada tanto queramos releer, reinterpretar, recontar esa historia mínima y sugestiva de un hombre llamado Jesús.

Ahí están en mi biblioteca, por lo menos dos: “El Evangelio según Jesucristo”, del escritor portugués José Saramago; y “El Evangelio según Van Hutten”, de Abelardo Castillo. Dos perspectivas diferentes de novelar la misma historia: directa y sincrónica en la primera, de manera indirecta y en los tiempos actuales, la segunda. Ambas, tratando de captar el emergente humano de las palabras, lejos de los milagros y atentos a la dimensión pragmática de los hechos cotidianos. Hasta Dostoievski quiso escribir, al final de su vida, una vida de Jesús.

La lista es muy curiosa. Fuera de los evangelios apócrifos de todas las épocas y grados heréticos, están las novelas de fin del segundo milenio: “El Evangelio según el Hijo” de Norman Mailer, la más reciente “El Evangelio según Pilatos”, de Eric-Emmanuel Schmitt, “El Evangelio según Da Vinci”, de Dan Brown. ¿Cuántas más se irán ordenando como soldaditos de plomo, una tras otra, a medida que se alejan cada vez más del punto 0?

Son como un nuevo género literario, como la novela epistolar o la novela histórica o el non fiction. El Evangelio según X. Como una consigna de trabajo de taller literario, podríamos elaborar o esbozar una novela según la perspectiva de alguno de los que tuvieron contacto con Jesús, o bien de los investigadores que tras su rastro, pudieran establecer un nuevo puzzle esclarecedor, que afectará nuestra forma de percibir la realidad.

Pienso en un “Evangelio según María Magdalena”, que acaso una mujer escriba con mayor comprensión y dimensión humana. Un evangelio según los ladrones que agonizan junto a Jesús, en un diálogo entrecortado bajo un cielo plomizo a punto de rasgarse. Las historias posibles y la ya escritas, se multiplican como el pan, y cada trozo sabe distinto y siempre a poco. Como en esas series de números convergentes que nunca llegan a la unidad, jamás tendremos la historia absoluta. ¿No es sugestivo, que siendo una historia de testimonios, los apuntes escolares de unos azorados discípulos, en definitiva una historia oral, no haya tenido Jesús su Platón como lo tuvo Sócrates? Un texto definitivo, no un compendio de textos posteriores, algunos acallados, otros reinterpretados una y otra vez. Siempre intentando desmalezar hasta ahí, hasta el monte de los olivos.

Una de las preguntas más esgrimidas contra la filiación de Jesús es: ¿Por qué teniendo el poder de hacer milagros, no se salva a sí mismo? Los creyentes siempre contestan que se sacrificó para salvarnos. Pero al primero que salva, sin embargo, es a Barrabás; ya que la condena de Jesús, a pedido del pueblo y por disposición de Pilates, implica el indulto del criminal. Siendo, entonces, Barrabás el primero de todos (y siguiendo con mi desarrollo lógico), entiendo que sólo habría que escribir “El Evangelio según Barrabás” y éste, en definitiva, podría ser el evangelio más fiel y más antiguo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi apunte no será muy literario (me abstengo de citar "un dia en la vida de Dios" de Caparrós), pero las dos revistas semanales ,que lee tanto progresista, traen en tapa el MUST del momento...."Volver a pensar en dios". ¿y si fuera mujer? ¿código jesús -cúanto habrá pagado la distruibuidora de la peli de codigo davinci?-?. Ahora bien, también los encantadores filósofos que nos visitan intentan catequisarnos: Agamben, primero, y Vattimo, después....
No me va la religión, pero ¿debería?

Miguel P. Soler dijo...

No sé que decirte, Daniela. Sí creo que deberíamos conocer un poco mejor la historia de las religiones, ya que hoy en día, son la superficie dónde se desplaza la guerra ideológica más compleja. Siempre es bueno saber cómo piensa el otro. Ahora, si uno lee filosofía (o termodinámica, porque no), el concepto de Dios como entidad filosófica es central para algunos desarrollos, tanto como el infinito es una entidad matemática importante. Me parece que son dos aspectos distintos de encarar "el pensar en dios". Por supuesto, no es una cuestión de "Deber". Cada uno tiene sus deidades hogareñas, sus lares personales, y jamás los catalogamos como tales, aunque nos comportamos igual que acólitos insomnes.

Salutte.-

Anónimo dijo...

Es cierto, se poco de la historia de las religiones, de todos modos mi preocupación va un poco más "acá"...a qué responderá toda esta gestión de la creencia que surge como necesaria desde las estructuras del poder? y más me parece una cuestión de banalidad que de deber lo que leo por ahí...o eventualmente cierto resurgir de un neopaganismo?, no sé. Por ahora y como siempre, más dudas que certezas. Igual estaría bueno detenerse a estudiar un poco...gracias, salud!

Anónimo dijo...

"El evangelio de barrabás" ya existe. Se puublicó, creo, en 2007. Es de Francisco Galván y está en la editorial Algaida (Grupo Anaya). Es una novela historico-negra, muy entretenida.
Karioko

Miguel P. Soler dijo...

Karioko:
Si es del 2007, no existía cuando escribí este post. ¿Debería cobrarlo por derechos del título?
Igualmente, gracias por tu data. De alguna manera confirma la predecibilidad o las modas de las titulaciones en la literatura "publicada".

Saludos.-

pajarito madrugador dijo...

SEGUN LO QUE HE LEIDO EN FOLLETOS CRISTIANOS,NO CATÓLICOS BARRABAS SIGNIFICA=HIJO DE MUCHOS PADRES,DE BAR=HIJO Y ABAS=PADRE,COMO SE ESCRIBE EN PRIMER LUGAR BARRABAS EN ARAMEO O HEBREO?,POR QUE DESLUCIDAR DESDE EL ESPAÑOL BARRABAS ES COMETER ESTOS ERRORES Y CREO QUE EL SIGNIFICADO QUE OS DIGO ESTA MÁS DE ACUERDO CON EL SENTIR DE ISRAEL QUE PENSABA QUE BARRABAS ERA UN HIJO DE PROSTITUTA POR SER LO QUE ERA UN CRIMINAL Y LADRÓN QUE NO RESPETABA NI A SU PUEBLO.